47 años sin Jimi Hendrix
Un viernes 18 de setiembre de 1970 fallecía Jimi Hendrix, el brujo de la guitarra, el creador sin tregua de gigantes obras musicales, que hoy resuenan igual de brutales…
Casi medio siglo sin uno de los músicos más poderosos de siempre, un fuera de serie en serio, que en apenas 27 años de vida forjó una obra musical propia y salvaje como pocas, fruto de una sensibilidad inigualable, destinada por entero a las cuerdas de su guitarra eléctrica.
Nacido en Seattle, Estados Unidos, un 27 de noviembre de 1942, Hendrix tuvo una vida breve, pero intensamente dedicada a la música, sus musas y misterios. Con la herencia negra del rock, blues, funk o incluso del R & B, Jimi Hendrix fue un hechicero de la improvisación.
Tanto en estudio como sobre el escenario, Hendrix dio muestras implacables de lo que podía hacerse con una guitarra. Redobló las posibilidades y extendió el vocabulario de su amado instrumento, proyectando un nuevo repertorio de sonidos.
Todo un explorador, que incorporó niveles de distorsión, opciones de amplificación, pedales wah wah, reverb, feedback y otros efectos, no incursionados hasta entonces. Al menos, de ese modo. Con esa energía y poder.
Nadie toca como él. Pero además de las veloces danzas de sus dedos sobre la guitarra, Jimi Hendrix creó melodías de una belleza marciana, elevadas por una voz que podía ser tan seductora como bestial.
La grandeza de Hendrix no es su virtuosismo. Muchos tocan rapidísimo, incontables notas sin pifiar. Su estatura radica, más bien, en la potencia de su toque, capaz de hacernos vibrar la piel y colmar nuestro interior.
“Muy poca gente toca rápido y profundamente, la mayoría tocan rápido y superficial. Pero John Coltrane tocaba rápido y profundo, al igual que Charlie Parker y Jimi”, dijo el guitarrista Carlos Santana, según testimonio publicado en ‘Jimi Hendrix. La Biografía de Charles R. Cross‘, comparándolo con otros dos artistas con todas las letras, que hicieron lo que Hendrix pero en el saxofón. Eso mismo que hizo Piazzolla con su bandoneón.
Sacarle chispa, poner todo su espíritu e inflamar al escucha en cada interpretación.
Escuchar a Jimi Hendrix es admirar a un tipo encendido al momento de tocar, un mortal hecho fuego vivo…
PALABRAS DE HENDRIX
“Cuando muera, quiero que la gente toque mi música, se vuelva salvaje, fuera de sí y hagan lo que quieran hacer”.
“La vez que quemé mi guitarra fue como un sacrificio. Uno sacrifica las cosas que ama. Amo mi guitarra”.