Fer Barbot al Mundial de Longboard ISA 2019
Salvaje presenta a Fernanda Barbot (26), longboarder de Punta del Este, que va a representar a Uruguay en el próximo Mundial ISA en Biarritz, Francia. Vive hace tres años en Byron Bay (Australia), y por estos días entrena y entrena en uno de los centros mundiales del longboard clásico. «Lo que para nosotros es una pelota de fútbol, para ellos es una tabla», explica. Después de mucho tiempo Uruguay tendrá representante femenina en un Mundial ISA de Longboard, Fer espera dar lo mejor de sí en este gran desafío…
Fotos: Thomas Meurot
¿Cómo fueron tus comienzos en el surf?
Arranqué desde muy chica, mi viejo nos empezó a tirar al agua a los 6 o 7 años. En nuestra familia las olas siempre fueron muy importantes, Papá nos transmitió su gran fascinación y la terminamos heredando sus 3 hijos.
Nos criamos y crecimos en torno al mar en Punta del Este, y siempre viajamos a lugares de olas: Costa Rica, Indonesia, Brasil, pero el aprendizaje verdadero se lo debemos a la escuelita de surf de Punta del Diablo, donde pasábamos los veranos con familias amigas. De ahí tengo los mejores recuerdos, nos levantábamos bien temprano con un frío de morirse todos los enanos e íbamos para el agua, con mis hermanos, primos y amigos del pueblo. Nos enseñaban las condiciones del mar, las corrientes, los vientos, cómo limpiar los trajes, todo. Ahí aprendimos muchísimo, más que cómo pararse en la tabla, los campamentos, levantarse temprano, hasta volver a casa muertos de cansancio.
¿Por qué andas en longboard?
En realidad, toda la vida surfé en tabla corta. Pero hace unos años mi viejo le encargó un tablón 9,2 a su amigo Willy Barreiro que lo teníamos en casa y lo usábamos los días que salía la izquierdita clásica de Bikini. Ahí me empecé a copar cada vez más, hasta que sin darme cuenta me pasé al longboard. Después de recibirme me mudé a Byron en Australia…
Y te quedaste a vivir…
Todo empezó siendo un viaje de unos meses con Felo mi hermano mayor y sin planearlo me fui quedando hasta hoy. La cultura surfera se respira en cualquier parte de la costa de Australia, pero justo Byron es un pueblo que está muy atado al longboard, hay mucho nivel y mucho fanatismo. Las olas son perfectas, largas e interminables, y si bien siempre hay crowd, la verdad que es un placer surfear ahí.
¿Qué sentis al estar en el agua y correr olas?
La primera parte, la de solo estar en el agua, ya es una satisfacción ENORME, sobre todo si el día está lindo y es temprano en la mañana. La verdad es que cualquier día que empiece de esa forma ya es muy gratificante con el ratito que uno pueda dedicarle a estar ahí, arriba de la tabla, mojarse la cabeza, en tranquilidad, entre naturaleza y lindos paisajes.
Por otro lado está el correr olas, eso es totalmente diferente, en una ola el mundo frena, los pensamientos, los proyectos, los problemas, y hay una pausa extraña donde no pasa nada más que ese momento. Para mi, además de ser un deporte, es una terapia. Muchas veces me tiro a surfar porque necesito descansar la cabeza, porque me hace bien la pausa, estar ahí: mirar, flotar, sentirme bien. Siempre que puedo intento transmitir esto a mis amigos que no surfan, porque realmente me hace muy muy bien y creo que es algo que todos deberían intentar.
¿Cómo es la cultura australiana en la que vivís?
Es totalmente surfera, al decirlo suena raro, pero la realidad es que lo que para nosotros es una pelota de fútbol, para ellos es una tabla. Es algo que está muy integrado en la sociedad y en la comunidad, en los grupos de amigos y hasta muy presente en el gobierno. Es muy difícil que alguien nunca se haya subido a una tabla. Australia es un país isla, gigante, y con muchísimos spots de surf. Los adultos siempre surfan antes o después del trabajo, o hasta trabajan poco para surfar mucho.
Con los niños pasa lo mismo, las escuelas integran al surf en sus deportes, y hay surf-clubs en los diferentes barrios, donde los niños compiten entre clubes.
¿Alguna anécdota aussie salvaje para contarnos?
Cuando recién me mude a Byron agarramos un laburo de mozos en un hotel con mi hermano y unos amigos, durante unas semanas se hospedaron Mick Fanning y todos los del grupo de Redbull, una mañana me tocó atenderle la mesa a Julian Wilson… se me cayó su café 🙂
¿Qué cosas encontras parecidas o diferentes entre Australia y Uruguay?
Byron es un lugar bastante similiar a Punta del Este donde viví toda la vida, es el lugar de veraneo de la gente de Sydney, Melbourne, etc. Es chico y muy lindo, en verano se llena, en invierno no hay nadie, la gente se conoce…pero el estilo de vida es mejor, porque como país funciona mejor.
Quizás la diferencia más grande está en la gente y sus relaciones. En Uruguay la gente es más amiga, más del barrio, los asados y los abrazos, mientras que en Australia son un poco mas distantes, más formales.
«La veo surfeando muy bien, tiene un estilo muy clásico y muy lindo. Se nota que estuvo viviendo en Byron Bay… Fer está usando tablas clásicas que van con su estilo. Por cómo se está jueceando el longboard hoy en día, vemos con Julián (Schweizer) que los jueces están tirando más para el lado de lo clásico. Sin dudas que esto la va a ayudar», cuenta Nacho Pignataro, campeón nacional 2018 y medallista Panamericano.
¿Es cierto que vas a representar a Uruguay en el Mundial de longboard ISA?
Si, es cierto! Va a ser este Mayo en Biarritz, Francia y la verdad que estoy muy contenta.
Contanos cómo se dio esta chance y cómo te venis preparando
Se dio este verano cuando fui a Uruguay, a partir del Chifle, un amigo y parte de la comitiva de la USU. Él se estaba encargando de armar el equipo para el mundial de longboard y después de vernos en el agua una tarde divina en Montoya me tiró la idea. Luego, la insistencia de Nachito Pignataro, quien junto a Julian Schweizer, también va a estar participando representando a Uruguay este Mayo en Biarritz. Desde que surgió la propuesta lo estuve pensando un tiempo, manejando opciones y arreglándome con el laburo, hasta que finalmente todo se fue alineando por el sí y bueno allá vamos! Estoy entrenando para dar lo mejor de mi y por suerte tengo dos meses acá en Byron para seguir con toda.
¿Qué pudiste averiguar de las olas de Francia y con qué imaginas encontrarte?
Hace unos años hice un roadtrip por Biarritz, Hossegor, Capbreton y toda la zona entonces ya sabia un poco cómo era la playa. Se que puede haber un poco de todo, tanto una ola perfecta como un picado, pero bueno, haremos lo que se pueda con lo que haya. A mi me gusta pensar en que van a haber días divinos y buen pronóstico, pero qué pasará nadie lo sabe!
¿Algún longboarder te ha dado consejos para mejorar?
Mis amigos me dan consejos todo el tiempo y para mí es muy importante. Mis hermanos me hicieron de coach en el verano, también mi viejo, íbamos juntos a surfar y mirábamos muchos videos. Acá igual, mis amigos me filman y después vemos qué hay que mejorar. La verdad es que todos los que me rodean me dan mucho para adelante y compartir la experiencia con ellos es lindísimo, quizás lo más lindo de todo.
Qué surfistas admiras y por qué
Admiro a todas las mujeres que andan volando, pero en realidad para ser sincera, a los que más admiro son a los que se animan a arrancar de grandes, adultos que empiezan a surfear después de miles años de mirar la ola desde la arena o amigos que se deciden por arrancar. Eso me parece alucinante.
Cuál es tu música preferida antes de surfear
Últimamente estoy escuchando mucho Dope Lemon de Angus Stone, tuve la posibilidad de conocerlo a través de mi novio que trabaja para él, y es un artista a quien admiro muchísimo.
Un sueño por cumplir
Me encantaría poder seguir haciendo esto toda la vida y ser como esas viejitas que veo en Byron que están todo el día en el agua. Creo que es un sueño bastante realizable, pero también lleva mucha determinación seguir cuidándose el cuerpo, hacer deporte y mantenerse sana toda la vida. Es de las cosas que más disfruto, y sería impresionante que cuerpo y salud me lo permitan.
Si tuvieras tres deseos, ¿cuáles serian?
Aprender, reir y crecer, un poco más, todos los días.