21 Nov, 2024
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Pablo Malletti: fotógrafo a dedo

Pablo Malletti es un fotógrafo uruguayo que estuvo 10 meses viajando a dedo por Argentina y Chile. Salvaje conversó con él acerca de esta experiencia inolvidable en la que aprendió un montón, venciendo el miedo y conociendo personas y lugares fascinantes. Además, le pedimos que eligiera algunas fotos y nos contara qué estaba pasando al momento de sacarlas. ¡Gracias Pablo!

 

«Lago Villarino, Ruta los 7 lagos, San Martin de los Andes. La primera vez que acampaba solo en la montaña, fue en este mágico lugar».

 

¿No te pareció algo arriesgado de hacer?

Claro que sí, el miedo es el primer compañero, y más si se planea viajar a dedo, a veces el miedo toma decisiones por si solo y ajenas al sentir de nuestro corazón. El deseo de viajar con mi cámara, ver que pasa afuera de la caja, de crecer como persona y como profesional fue mayor que cualquier miedo.

¿Cuanto tiempo estuviste de viaje?

Fueron 10 meses, salí en Febrero de 2017.

¿Qué países recorriste y cómo fueron los dedos que pegaste?

La idea antes de salir era primero ir por Argentina y seguir por toda América del sur, la realidad cambia cuando estás en la ruta y, al llegar al vecino país, me di cuenta de que el mapa es más grande de lo que uno piensa… recorrí Argentina y Chile: fueron 17.000 km aprox. de sur a norte, de oeste a este, y me faltó mucho por conocer.

 

«Esta es en la provincia de Chubut (ARG) localidad el Hoyo. Se ve el Cerro Piltrikiltron de fondo. En ese momento viajaba con Cesar, venezolano, y con Camila, argentina de Corrientes. Nos recibió en la su casa la «Tia » Antonia, ese día fuimos a recorrer la montaña con sus hijos, ella y su familia viven a los pies de este cerro.

 

«A dedo conocí todo tipo de gente, por suerte y por lo general los que te levantan no son mala onda, porque seguro quieren escuchar tu historia, saber por qué viajás, de dónde sos, y compartir las historias de ellos».

 

Algunos te adoptan como sobrino o nieto y te invitan a comer, te llevan un poco más lejos para aportar a la causa, te pasan el contacto de un primo camionero que hace la misma ruta en la que vas, los mates van de la mano todo el tiempo, pelo a pelo con las facturas (bizcochos).

¿Qué cosas inolvidables y qué cosas difíciles rescatás de estas aventuras?

Inolvidables las personas, increíbles los lugares, las montañas, la magia de cómo se dan las cosas si las haces con la mejor actitud posible, todo conspira para que aprendas y vivas al máximo. Cosas difíciles realmente no rescato, no fue tan difícil despegarse de los amigos, amores, familia y lugares, si sabés que vas a ser feliz. Sobrevivir en la montaña, para nombrar una cosa difícil, pero es variable ja…

 

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📷⚡️🗻🔥 Viajando logre vivir en carne propia esa frase que vi en la película basada en echos reales "Into the wild" que dice " La felicidad es real cuando es compartida". Así lo es, viajar solo es suficiente, sin embargo viajar acompañado es una aventura, dentro de otra aventura. Caminando por los pies del cerro Piltriquiltron tenia modelo personal! . . . @earthfever #fotografouruguayo #igeruy #mochilerosarg #500px #canonglobal #travelblogger #noedit #sinedicion #nofilter #insta_world_life_ #instantes_fotograficos #instapassport #instatravel #instatraveler #instatravelgram #instatraveling #alldaytravel #aroundtheworldpix #awesome_earthpix #awesome_globepix #awesomeearth #backpacker #amazing_longexpo #ig_worldclub #earthofficial #world_shotz #big_shotz #special_shots #art #EnfoqueLATAM

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¿Alguna historia salvaje para contar? 

Creo que podría hacer un libro de historias, es más, está escrito, pero falta para encarar a su edición. Por suerte puedo decir que solo una cosa mala me pasó en todos esos meses, y no fue tan trascendental, todo lo demás fue magia de la verdadera, real, magia y suerte de la que no se puede explicar solo con palabras. Cuando me fui, llevé conmigo varias fotos que había sacado en Uruguay, las llevé en formato de marca libro o señaladores, los vendía, los regalaba, lo más loco fue intercambiarlos por comida, entraba a una panadería, o casa de empanadas, les contaba que era viajero, uruguayo, fotógrafo y que debía cuidar mi economía, que tenía marca libros con fotos únicas y los cambiaba por chocolate, facturas, o tortas, empanadas, pizza, creo que desde el primer día dio resultado, jamás pagué las facturas, tortas, chocolate, o empanadas, hasta cerveza artesanal me dieron en el sur, en esos 11 meses fue magia.

Sos un apasionado de la fotógrafía, ¿cuál es tu acercamiento y filosofía a la hora de sacar fotos? ¿Qué te motivó para sacar fotos?

Desde que en casa había una fujifilm me gusta sacar fotos, el concepto de parar el tiempo siempre me sedujo.
Cuando salí al viaje una de la razones era buscar esa identidad fotográfica que aún no decidía, me golpearon muchas realidades ocultas por los diferentes medios de comunicación, que solo se ven si vas a donde estalla la bomba. Descubrí que contar historias es lo mío, poder dar mi ayuda al mostrar una realidad con imágenes. Hoy en día, entendí que me apasiona la fotografía documental. Involucrarse con lo que está detrás de la foto debería ser la principal razón de los fotógrafos, más allá del arte en la foto, ser un agente de cambio, es mi forma de ver el mundo.

 

«Entre Argentina y Chile, ruta hacia Chile desde Villa La Angostura. Era la primera vez que cruzaba a Chile, me llevó Julio, y al enterarse que no conocía la nieve, frenó en el medio de la ruta para que tocara la nieve y me sacara fotos».

 


¿Qué otras cosas hacés en tu vida?

Desde que volví, sigo trabajando como fotógrafo freelance, aunque cueste mucho en este mercado, estoy trabajando en mi primer foto libro, y quizá se estrene en este 2018, 5 años antes de irme, creamos una productora audiovisual con un grupo de amigos, hoy la estamos intentando consolidar, y a veces paseo perros en mi barrio.

¿Cuáles artistas son tus favoritos?

Vengo de familia llena de músicos, toco la guitarra, por lo que siempre estoy abierto a todo tipo de música, nunca puede faltar un disco de Callejeros, del Kanka, Oasis, Fito Paez, entre muuuchos más. En el arte visual tengo una gama amplia de visiones, todo arte aporta algo, admiro y aprendo sobre los fotógrafos que trabajan el concepto de la luz, desde una caja negra a una cámara de grama alta, entrelazando la física y el arte, pues trabajan sin alterar la realidad. Michael Freeman, Carlos Porro, Krystle Wright, Sebastiao Salgado, deben ser de los que más admiro y aprendo.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere salir a viajar a dedo?

Que viaje, con el miedo de compañero, pero que viaje. Informáte antes de dar un paso, aprendé inglés, llevá mapa de cada país (cosa que no hice) jaja, disfrutá cada día como el último, date tiempo para sentir cada lugar, y disfrutá los pequeños detalles. Se fiel a vos mismo, no te olvides de dónde venís, no seas individualista, la gente es mágica y siempre se debe estar abierto para aprender y crecer. Lo principal: disfrutá el camino.

 

«Ruta 7, hacia Chile, desde Uspallata. Viajando con Micaela, mi amor verde uruguaya, viajamos juntos un mes, ahí hicimos amistad con Elia, que nos levantó haciendo dedo en Uspallata y al otro día nos llevó a conocer la montaña más alta de América, el Aconcagua».

 


¿Cuál fue el soundtrack del viaje?

Algo que siempre tenia con batería era el cel, y no por la comunicación (porque estaba en modo avión) sino para escuchar música. Los soundtrack fueron cambiando a medida que conocía personas de diferentes partes del mundo, les pedía artistas, descargaba los discos y les daba un lugar. Los artistas que me presentaron y más me marcaron fueron: El Kanka, Spinetta, Moska, Dancing Mood, Sticky Fingers, Raly Barrionuevo, Canservero, entre otros, escuché Drexler como nunca.

Una frase: Viaja, también crece.

 

«El Hoyo, Chubut, Cerro Piltrikiltron. Mi primera cima, 2660 m.s.n.m, más de dos horas de caminar  con nieve hasta las rodillas… en verano desde la cima se puede ver el Océano Pacifico».