21 Nov, 2024
Montevideo
22 ° C

PUNTA RUBIA: VECINOS DENUNCIAN DESTRUCCIÓN DE LA FAJA COSTERA

La pasada semana se vivió un hecho fuera de lo normal para los residentes de Punta Rubia en el departamento de Rocha. Un vecino salió a hacer su paseo diario por la playa cuando de repente se encontró con máquinas excavadoras rompiendo las dunas. Inmediatamente el hombre grabó todo lo que estaba sucediendo y envió el material a la Comisión de Vecinos Permanentes y Amigos de Punta Rubia. La historia no termina ahí, en el video, además de las máquinas, aparecen dos hombres al lado de ellas, uno sería el titular del proyecto y el otro increíblemente era Rodrigo García, el director de Ambiente y Cambio Climático de la Intendencia de Rocha.

En ese momento, los vecinos se vieron alarmados y comenzaron a bajar a la playa para intentar frenar con esta insólita destrucción, a esto se le sumó también niños de la escuela, que junto a sus docentes se encontraban justamente en una actividad que consiste en colocar carteles en el ingreso a las playas para promover el cuidado y la protección del lugar, actividad muy común de las escuelas rochenses al día de hoy. Imagínense la reacción de los niños al encontrarse con retroexcavadoras rompiendo toda la faja costera cuando ellos están colocando carteles hechos a mano para proteger el lugar, lamentable. A todo esto, se le suma que increíblemente, luego de averiguar sobre este suceso, los locales se enteraron que no había ningún tipo de permiso por parte del Ministerio de Ambiente para realizar esta destrucción de dunas. Esta información fue confirmada luego por el medio uruguayo La Diaria.

ALUMNOS DE LA ESCUELA QUE ESTUVIERON EN EL LUGAR DE LOS HECHOS.

Ahora, la pregunta sería, ¿por qué estaba pasando esto y ni siquiera estaba permitido por el Ministerio de Ambiente? Según pudimos informarnos en Salvaje Web a través de La Diaria, la situación es bastante compleja. Parece que, en 2017, un privado pidió a las autoridades ambientales una autorización para construcción. La misma consistía en la demolición de una casa y la construcción de una nueva, en la primera línea de la playa de Punta Rubia. El proyecto fue aprobado y se lo clasificó como categoría B, es decir, aquellas obras que pueden tener impactos ambientales moderados, pero que pueden ser minimizados si se aplican las medidas correspondientes.

Sin embargo, en 2018, los técnicos profesionales del Área de Evaluación de Impacto Ambiental y del Departamento de Gestión Costera y Marina, llevaron a cabo una inspección y notaron que la casa que se quería demores estaba totalmente enterrada por la duna y realizar esa demolición prevista afectaba de forma grave el ambiente. Con esta nueva información, se determinó que el privado debía evaluar una reubicación de la nueva casa, trasladarla al padrón de al lado que también le pertenecía y no romper el cordón dunar. Entre idas y vueltas entre el privado y autoridades gubernamentales, no se terminaron de poner de acuerdo, a esto se sumó un informe de la Asesoría Jurídica que básicamente decía que el proyecto no debía llevarse a cabo de la forma que estaba planteado ya que generaría impactos ambientales negativos irreversibles e inadmisibles.

LUGAR EN EL CUAL SE ESTABA REALIZANDO EL TRABAJO DE CONSTRUCCIÓN.

Posteriormente en 2021, la Intendencia de Rocha solicitó autorización para instalar las cercas captoras para facilitar el pasaje público. La resolución indica que la autorización fue dada a la comuna y de esta manera también, el privado aprovechó la situación y consiguió la autorización ambiental para demoler la vivienda y para la construcción de la nueva casa. Sin embargo, parece que en dicha autorización, se aclara que cualquier tipo de modificación debe ser comunicada por escrito y nuevamente evaluada, además se pidió de forma obligatoria la colocación de un cartel con el número de la resolución tomada por las autoridades que se pueda ver públicamente y bajo ningún concepto se permite la circulación de vehículos en zona de playas ni sobre las dunas. Cabe destacar que, ninguna de estas tres condiciones fueron respetadas por el privado que no informó sobre la modificación de su proyecto, ni colocó ningún tipo de cartel y para peor, estuvo con maquinaria pesada arriba del cordón dunar.

Lamentablemente, en 2023, seguimos teniendo este tipo de problemas, donde una vez más, queda demostrado que el interés privado está por arriba del público general y peor aún, se encuentra por arriba de la conservación del medio ambiente. Este es uno de los tantos casos que suceden en nuestro país, donde el interés privado no coincide con el cuidado ambiental y un sujeto termina destruyendo ecosistemas y perjudicando al resto. Parece que ya está normalizado y tal vez por eso no se tiene en cuenta este tipo de situaciones que ocurren constantemente en lo largo de toda nuestra costa oceánica, pero es sumamente importante seguir trabajando por la protección de nuestra faja costera.

VECINOS QUE INTERVINIERON PARA DETENER LA SITUACIÓN.

Lastimosamente la voluntad política muchas veces no va hacía ese lado y se toman resoluciones contraproducentes para el nuestro hábitat, pero no por eso hay que dejar de reclamar y denunciar estos acontecimientos. Está demostrado que ya se ha causado tanto daño que es probable que muchas cosas no tengan vuelta atrás, esperemos que no sea necesario llegar al punto de que el deterioro sea tan grande e irreversible para darnos cuenta recién ahí, de todo lo que se perdió y no se volverá a tener.

ESCRIBE: TOMÁS MACHADO.
Fuente: La Diaria/Camila Méndez.