24 Nov, 2024
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Trailer del documental de Laird Hamilton Take Every Wave

 

Un adelanto del documental de Laird Hamilton, legendario surfista de olas grandes y lo más cercano a un Aquaman sin superpoderes…

 

 

Mide 1.90 y pesa más de 100 kg, siendo todo un atleta marino aunque no haya seguido el rumbo de la competición y la búsqueda de trofeos, ocupándose de hacer realidad varios retos y aventuras en medio del océano, montando con distintos tipos de tablas oleajes bestiales.

 

Alternando el presente y su vida pasada, el documental de Laird Hamilton se titula Take Every Wave: The Life of Laird Hamilton y se compone de imágenes de archivo inéditas y escenas recientes filmadas en el sur de California, Bermudas o Kauai, además de la voz de amigos, allegados y el testimonio de Hamilton en primera persona.

 

 

 

 

Es inspirador. No digo que debe inspirarnos a surfear olas de 70 pies (más de 20 metros), pero sí inspirarnos a trabajar a través de nuestros miedos y hacer lo que no hemos hecho. Tomar más riesgos y perseguir nuestros sueños un poco más”, expresó Rory Kennedy, director de este reciente documental sobre Laird Hamilton.

 

 

Laird Hamilton en Jaws, 2010. Foto: Benjamin Thouard

 

 

Estrenada en festivales a fines de setiembre de este 2017, Take Every Wave es una inmersión en la vida y hazañas de Hamilton, en el marco de una temporada de invierno en Kauai, donde parece avecinarse uno de los mejores oleajes en décadas.

 

Trailer de Take Every Wave, el documental de Laird Hamilton

 

 

 

 

Laird Hamilton y una vida sobre tablas

 

Creció en la costa norte de Oahu, donde desde niño tuvo el privilegio de surfear.

 

Allí conoció a Bill Hamilton, corredor de olas grandes del 60′ que terminaría siendo su padre y entrenador. Bill se casó con la madre de Laird y lo adoptó como hijo, dándole también su apellido.

 

 

 

 

Si bien pudo haber competido en mundiales de surf junto a los mejores, Hamilton optó por otro camino.

 

Apartado de los podios, el hawaiano experimentó otra clase de desafíos, no regidos bajo la brújula del rendimiento y los resultados competitivos, guiado por metas ambiciosas e individuales que requieren gran entrenamiento y fortaleza tanto física como mental.

 

Pese a no competir en el circuito profesional y haber trazado un recorrido en paralelo, su fama está a la par de grandes estrellas de la WSL.

 

 

Laird Hamilton en Tahití, 2012. Foto: Tim McKenna

 

 

A inicios del 90′, Laird Hamilton integró la tropa de The Strapped Crew, un equipo de amigos determinados a descender desde olas enormes, a veces con tablas de windsurf, o encima de las primeras tablas de kiteboarding.

 

 

 

 

En esa misma década, Hamilton fue uno de los pioneros del llamado tow in surfing o surf de remolque, método que aprovecha la ayuda de botes inflables, motos de agua u otras formas de asistencia artificial, como vía de acceso a olas remotas y monstruosas en plena formación, que remando con los brazos sería inviable llegar.

 

 

 

 

Para dar con olas de ese calibre, Hamilton y otros como Buzzy Kerbox o Darrick Doerner empezaron a usar botes inflables, tiempo antes de que arribaran las ya instauradas motos acuáticas.

 

 

Laird Hamilton SUP

 

 

Practicante de deportes y disciplinas muy variadas en el agua, Hamilton es considerado uno de los primeros en impulsar y popularizar el kitesurf, así como el windsurf o también el SUP, utilizando el surf de remo como parte de su entrenamiento o igual para simplemente surfear y dibujar las olas.

 

 

 

 

A fines del 90′, Laird Hamilton subió a su tabla de windsurf y completó en 5-6 horas una travesía solitaria de 50 millas (80 kilómetros), recorriendo la distancia entre las islas hawaianas de Oahu y Kauai. A la vuelta, retornó en la tabla también solo, sin ayuda.

 

 

 

 

Hamilton también experimentó temprano con la tabla hydrofoil o foilboard, esa que parece levitar sobre el agua y que luego Kai Lenny probaría con entusiasmo.

 

 

Laird Hamilton levitando en hydrofoil

 

 

Uno de sus mayores hitos como surfista de olas grandes ocurrió el 17 de agosto de 2000, cuando Hamilton surcó un túnel obeso en Teahupoo, Tahití, ola catalogada en 2001 por Surfline como «la más pesada jamás montada«.

 

 

 

 

 

«Eso fue todo acerca de la fe. Creyendo que pude. Esa ola en Teahupo’o fue una ola que no sabíamos que existía. No habíamos visto olas así. En mi mundo, cuando era niño, vi todas las películas de surf, conocía a los mejores surfistas del mundo, estaba en medio de todo. Pero una ola como esa no existía y la capacidad de montar esa ola de alguna forma tampoco existía«, dijo a Mpora Laird sobre aquella montada épica…