La mochila de Mateo Boffano: fotógrafo y explorador
Mateo Boffano es un joven viajero con espíritu libre que no solo recorre el mundo, sino que además fotografía placas que nos quitan el aliento. Comenzó sacando fotos desde muy chico durante vacaciones y viajes, con el objetivo de capturar momentos entre familia y amigos, volviéndolos recuerdos inolvidables. Tras convertirse la fotografía en un hobbie, un día su tía le anunció que se casaba y quería que él fuera su fotógrafo. A partir de esa noche, la fotografía se convirtió en su trabajo y pasión de todos los días.
Luego de mucha experiencia, adquiriendo habilidad en atrapar esos únicos momentos de las bodas que demandan atención y sensibilidad vista a través de un lente, Boffano y su equipo se expanden en el mundo de la moda, desarrollando producciones para distintas marcas del mercado uruguayo. Pero a nosotros, salvajes y arriesgados, lo que más nos atrae de Mateo son sus fotos de aventuras alrededor del mundo.
Mateo Boffano ha tenido la posibilidad y suerte de viajar a lugares increíbles, como por ejemplo Marruecos, donde atravesó parte del desierto del Sahara enfrentándose un mundo de nuevas experiencias, compuesto de gente con una cultura drásticamente distinta: «De verdad un país diferente, donde se habla árabe y se predica el Islam. Una cultura súper interesante y atractiva la cual nunca tuve el placer de conocer anteriormente. Un país que te agota pero te hace sentir vivo. Su calor, su ruido, sus personas, su amabilidad, su desierto, su religión.» cuenta Mateo.
En otro de sus viajes estuvo en uno de los países más fríos, Islandia. Manejando 1800 km, escaló un volcán, exploró cuevas de magma de 3km de profundidad y vio incontables cataratas. Con sus paisajes agresivos, de naturaleza hostil pero virgen, Boffano además pudo presenciar una de las maravillas más lindas, las auroras boreales. Estas son luminiscencias en la atmósfera producidas por la radiación solar, que vuelven el cielo puro del norte un espectáculo de admirar.
Sin embargo, no fue nada fácil llegar a aquel espectáculo, Mateo nos cuenta que ese mismo día, averió su drone en su primer vuelo contra una roca, tuvo que manejar 300km porque no habían hostels disponibles cerca de la locación de avistaje de las auroras, y además, al llegar se enteró de casualidad que esa noche a las 22:00 hs. había un gran pronostico de auroras del cual casi se pierden. Por suerte, no tuvieron que manejar tantos kilómetros más y fueron testigos del arte de la naturaleza sobre un cerro próximo. El show duró unos 20 minutos de puro asombro.
Siendo la aventura el mayor objetivo de Mateo, viajar cómodo es un factor indispensable. Es por esto, que dónde sea que vaya, para poder mover su equipo de cámara, lentes y demás artefactos, de forma fácil, él no se despega de su “cómoda, práctica y segura” mochila. “En los aeropuertos es lo más cómodo para moverse y guardar las cosas más importantes ya que siempre estarán contigo. ¡Para moverse también es lo más ágil!”, explica.
Es entonces que donde sea que viaje, sin importar el clima, idioma, cultura, hemisferio u objetivo, Mateo Boffano lleva consigo su mochila. Siempre bien equipada para retratar esas imágenes que nos erizan los pelos y nos motivan a querer irnos a explorar como él. Conozcamos un poco más de la vida de Mateo y la tecnicidad de sus viajes!
Entrevista a Mateo Boffano
¿Por cuales países viajaste?
Varios! España, Italia, Croacia, Marruecos, Islandia, Portugal, Estados Unidos, Chile, Alemania, Holanda, Irlanda. Tanto al calor del Sahara como al frío de Islandia, mi mochila supo adaptarse siempre, sin dejar pasar nunca la nieve o la arena.
¿Qué llevás adentro?
En los viajes llevo mi cámara con dos lentes, la computadora, cargadores y cables, un libro, buzo y remera y los documentos y aún sobraba espacio.
Ser fotógrafo implica tener que cargar con baterías, cables, cargadores, lentes, ¿Cómo te manejas?
Me manejaba muy bien. El modelo de mochila que tengo es una JanSport Hatchet y lo bueno que tiene es que disimula ser una mochila corriente y no un bolso de cámara tentador a la vista.
La Hatchet tiene sus bolsillos internos y el compartimiento de computadora que hacía ubicar los accesorios muy fácil. Mi elemento preferido es el bolsillo interno de la lengüeta, me permite tener mis cosas más importantes como el dinero y el pasaporte en un lugar seguro, pero también accesible y fácil de sacar cuando lo necesitas.
¿Qué pensas que debe tener sí o sí una mochila para que sea cómoda?
Bolsillos internos, y bolsillos de afuera fáciles de acceder, compartimiento para el agua y la posibilidad de que se te enganche al cuerpo desde el pecho.
Alguna experiencia salvaje que hayas tenido…
En Chile me pasó algo muy gracioso en un centro de esquí. Mientras subía a un poma me caí, pero la mochila se enganchó del poma, arrastrándome todo por la pista 200 metros hasta que logré soltarme. En el momento me asusté pero fue algo divertido, lo increíble fue que no nos pasó nada a mí y la mochila ni se rompió. Sanos y salvos.
Claro nos queda que aventurarse por el mundo demanda practicidad y comodidad, y según las sugerencias de Mateo, tener una buena mochila es un detalle indispensable. Y ahora… ¿Cuál es tu próximo destino?